Con
el cáncer de mama algunas mujeres no solo pueden perder el seno, sino también a la pareja. Esta realidad acontece
en la vida del 14% de mujeres que
pierden la mama como consecuencia del cáncer y la mastectomía radical.
No
hay enfermedad más avasalladora que el cáncer. A su paso es capaz de arrasar
con vidas jóvenes y maduras, con hombres y mujeres por igual. Pero ningún cáncer tiene consecuencias emocionales y
familiares tan dramáticas como el cáncer de mama.
La
pérdida del seno o el mismo hecho de albergar el mal, termina tirando por la borda la relaciones
maritales cuando los hombres priorizan su bienestar sexual antes que la salud
de sus mujeres. ¿Machismo o insensibilidad humana? Solo ellos lo saben, pero
más de una mujer con cáncer de mama vive esta experiencia con todas las
consecuencias emocionales que ello implica para su salud.
“Por
eso muchas mujeres prefieren que no les
saquen el seno sólo para que el hombre no las deje”, cuenta Rosa Argüelles,
psicóloga del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
Rosa Argüelles, psicóloga del Instituto Nacionalde Enfermedades Neoplásicas. |
Trabajando
tantos años en el INEN debe tener claro el perfil de la mujer con cáncer de
mama. ¿Ellas son distintas a las pacientes que tienen cáncer en otros órganos?
Sí, debido a que el cáncer de mama se hace notorio
cuando hay una mastectomia y la falta de ese órgano afecta mucho su
autoestima e influye en diversos
aspectos en la vida de la mujer. En las dinámicas que realizo escucho a
muchas mujeres decir: "Yo preferiría que me saquen solo el tumor del seno que perder todo porque de eso va a depender mucho mi relación
con mi pareja". Pero tienen que entender que si el médico recomienda una mastectomia radical así tiene que ser.
Ellas demoran en tomar esta decisión.
¿La
mastectomia tiende a deteriorar la relación de pareja?
Sí,
porque la propia mujer tiende a ver primero esta enfermedad desde la parte
sexual, desde su imagen corporal; no hay aceptación de ellas mismas, por eso
dicen "prefiero no operarme". Pero es una constante que las mujeres que han
pasado por mastectomia sean abandonadas
por su marido. Incluso pasa eso cuando hay histerectomía (retiro del útero).
Los hombres les dicen: "ya no me sirves como mujer". Son palabras de las propias pacientes, muy
crudas pero reales. En ese momento el problema de la paciente ya no es la
enfermedad misma, sino el otro problema que le ha traído la enfermedad. Ellas
están más afectadas por la ruptura de su relación que por el cáncer mismo.
¿Cuando suceden estas situaciones ustedes conversan con los hombres?
Tratamos
de que vengan, pero son muy pocos los que asisten. Vienen más cuando hay
terapia con niños, pero en pareja no asisten porque tienen miedo de afrontar
todo esto. Dicen: "siento que no la voy a poder apoyar". En otros casos, como
la relación ya está quebrada por otros asuntos, aprovechan para evadir
responsabilidades y se van.
¿Y ese abandono agrava más la salud de la mujer?
Indudablemente.
Ellas dicen: "tenía solo la enfermedad, pero ahora mi marido me ha abandonado,
económicamente dependía de él y la situación de mis hijos es difícil". Es una
carga emocional, pero gracias a las dinámicas que realizamos pueden salir
adelante con el apoyo de las otras pacientes. El apoyo entre pacientes es muy
bueno porque las ayuda a salir de esa crisis.
¿Los
hijos y el resto de la familia cómo actúan con la paciente? ¿Las acompañan, las
protegen?
Sí.
Ellas mismas dicen: "gracias a esta
enfermedad mi familia está unida, se comunican y todos están ahí". Hasta
aquellos en los que menos pensaban. No todo es negativo, se gana esto.
¿El
apoyo de la familia debe ser sólo emocional o
hay otra manera de hacerlo?
El
apoyo emocional es importante, pero también hay que hacerle compañía. Necesitan
la presencia de su familia, de sus
amigos. Eso se ve cuando
están hospitalizadas, no vienen a verlas porque les van a pedir que compren las
recetas. "No voy porque no tengo dinero para apoyar, qué vergüenza sólo para
verle la cara". Es por eso que muchas veces no vienen.
¿Que
recomendación les alcanzaría a las familias que tienen pacientes con cáncer?
Que
tengan mucha paciencia, que se pongan en lugar de ellas. Que la compañía sea permanente, sobre todo mientras dura el proceso de la enfermedad.
Que no las invaliden. No es bueno crearle dependencia. Mientras la paciente
pueda usar todos sus recursos, que los haga. Tratemos de entender a los enfermos, hay que solidarizarnos y sensibilizarnos más con ellos. Pensemos que al lado de nosotros, más lejos o más cerca, hay mucha gente que sufre y necesita del apoyo de
cada uno de nosotros. No hagamos por lástima, sino por solidaridad pura.
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